Richard A. Sokerka
La lucha por la libertad religiosa dio un giro positivo la semana pasada en dos casos no relacionados.
El 17 de septiembre, un tribunal federal dictaminó que la administración de Obama no puede imponer multas masivas del IRS a las instituciones religiosas por seguir su fe. El fallo aumenta la probabilidad de que la Corte Suprema revise el mandato del HHS y decida si acepta casos que involucran a las Hermanitas de los Pobres y varias otras organizaciones religiosas.
La opinión del tribunal declaró: “Cuando el gobierno impone una sanción monetaria directa para coaccionar una conducta que viola las creencias religiosas, nunca ha habido duda de que el gobierno 'impone una carga sustancial al ejercicio de la religión'”.
Como señaló Lori Windham, asesora principal del Fondo Becket para la Libertad Religiosa, que representa a las Hermanitas y otros grupos religiosos, “La administración de Obama tiene muchas maneras de lograr sus objetivos de atención médica sin pisotear la libertad religiosa. La decisión de hoy protege correctamente los derechos de los ministerios religiosos que sirven a los más vulnerables de nuestra sociedad”.
Y en Chicago la semana pasada, la Sociedad St. Thomas More representó a Maria Goldstein, una defensora católica pro-vida, quien fue a Office Depot para imprimir 500 copias de su volante pro-vida para distribuir en su parroquia. Contenía información sobre la sustracción de órganos fetales e incluía una oración de Priests for Life, una organización pro-vida, pidiendo a Dios que “ponga fin a la matanza de niños en el útero” y a la venta de partes de sus cuerpos. La tienda rechazó el trabajo, alegando que el volante era "material de odio", "gráfico" y defendía la "persecución de las personas que apoyan el derecho al aborto".
La St. Thomas More Society obtuvo una disculpa del presidente de Office Depot, Roland Smith, quien dijo: "Sinceramente nos disculpamos con la Sra. Goldstein por su experiencia y nuestra reacción inicial no estuvo relacionada en absoluto con sus creencias religiosas", dijo, invitándola a volver a Office Depot para imprimir sus volantes.
Se aceptó la disculpa, pero como dijo Tom Olp, un abogado de la Sociedad Thomas More,
“Esta situación es un recordatorio de que la libertad religiosa está cada vez más bajo ataque hoy en día, pero es un derecho estadounidense fundamental que cada uno de nosotros debería valorar y defender”.
Goldstein dijo que gracias a la Sociedad Thomas More “pude defender mis derechos como cristiano, y espero que otras personas también estén capacitadas para defender su libertad religiosa”.
La libertad religiosa es nuestra primera libertad más preciada. Depende de todos nosotros estar siempre atentos a que nunca se socave.