Las funciones de la Oficina de la Cancillería incluyen: interpretar las leyes y políticas diocesanas y de la Iglesia en general, ya que afectan las operaciones diocesanas; cuidado de los registros; proporcionar consulta y coordinación en asuntos que afectan a las parroquias y otros ministerios de la Diócesis; proveer para la comunicación general; tramitación de dispensas; supervisar el mantenimiento de registros y archivos; coordinación, colaboración y rendición de cuentas de los jefes de departamento en el cumplimiento de los ministerios que les han sido encomendados.