Richard A. Sokerka
In 2009, el presidente Barack Obama emitió una orden ejecutiva que permitió la investigación financiada con fondos federales en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) utilizando células madre embrionarias.
La enseñanza católica respeta la dignidad y el igual valor moral de cada persona humana. Este punto de vista ha rechazado constantemente la investigación que destruye la vida de algunos para mejorar la vida de otros. La Iglesia afirma la posición de la embriología moderna de que el embrión humano es un miembro vivo, completo, íntegro, integrado y autónomo de la especie humana que, si se le proporciona el entorno adecuado, avanzará por sí mismo a lo largo de una trayectoria de desarrollo hacia la próxima etapa madura. escenario.
Debido a esta posición, la Iglesia Católica se opone a la investigación con células madre embrionarias humanas, que requieren la destrucción del embrión humano durante su aislamiento. Por el contrario, la Iglesia ha defendido la investigación con células madre adultas, que no involucra células madre embrionarias humanas.
Para corregir el error de la administración Obama, ocho senadores republicanos han presentado una ley, la Ley de Primeros Pacientes, para detener la investigación financiada con fondos federales en los NIH que utiliza células madre embrionarias y, en cambio, promover la investigación con células madre que no involucre la destrucción o el daño de embriones humanos.
Según el senador Roger Wicker, republicano de Misisipí, el patrocinador de la legislación, la Ley de Primeros Pacientes, “promovería el uso de células madre adultas con fines médicos”, una “alternativa ética y eficaz a la investigación con células madre embrionarias”.
La senadora Marsha Blackburn, republicana de Tennessee, copatrocinadora del proyecto de ley, declaró: “Los avances médicos logrados a través de la investigación con células madre no tienen por qué producirse a expensas de vidas inocentes”.
El documento del Vaticano de 2008. “Dignitatis Personae”, afirma que “la obtención de células madre de un embrión humano vivo… invariablemente provoca la muerte del embrión y, en consecuencia, es gravemente ilícita”.
“Independientemente de los resultados terapéuticos eficaces”, afirma el documento, dicha investigación “avanza a través de la supresión de vidas humanas que son iguales en dignidad a las vidas de otros individuos humanos y a las vidas de los propios investigadores. La historia misma ha condenado en el pasado a tal ciencia y la condenará en el futuro, no sólo porque carece de la luz de Dios, sino también porque carece de humanidad”.
Esta legislación protegerá la santidad de la vida, punto. No hace falta más que decir que se convierta en ley tan pronto como sea humanamente posible.