Richard A. Sokerka
Tla espera casi ha terminado. Faltan cuatro días para el día de Navidad, el nacimiento de nuestro Salvador.
Sin embargo, a medida que se acerca este día de gloriosas buenas noticias con su mensaje de “paz en la tierra, buena voluntad para los hombres”, muchas de las noticias que hemos escuchado y leído este año son pesimistas.
• La guerra de palabras entre el presidente Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha provocado un aumento de las tensiones entre los dos enemigos, mientras Corea del Norte sigue desarrollando su arsenal de armas nucleares listo para atacar Estados Unidos continental.
"Noche silenciosa Santa noche. Todo está en calma todo es brillante."
• El 1 de octubre, un hombre armado abrió fuego desde el piso 32 de un hotel en Las Vegas, matando a 58 personas e hiriendo a más de 500 en un concierto de música country. Fue el tiroteo masivo más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos.
“Para salvarnos a todos del poder de Satanás cuando nos habíamos descarriado”.
• De todas las tormentas de este año, el huracán María fue la más mortífera, golpeando el Caribe el 27 de septiembre, con estimaciones de que hasta 1,000 personas murieron en Puerto Rico, un estado libre asociado de EE. UU. habitado por aproximadamente 3.5 millones de ciudadanos estadounidenses. El huracán Harvey tocó tierra en el sur de Texas en agosto, poniendo gran parte de Houston bajo cuatro pies de agua y obligando a miles de evacuaciones. Fue uno de los desastres naturales más costosos en la historia de los Estados Unidos.
“Que cada corazón prepare su habitación. Y el cielo y la naturaleza cantan”.
• El fiscal de distrito de Los Ángeles crea un grupo de trabajo especial para hacer frente a las denuncias generalizadas de abuso sexual en la industria del entretenimiento. Múltiples miembros del Congreso renuncian luego de que las mujeres los acusaran de acoso sexual.
“Rodead a la Virgen Madre y al Niño, Santo Infante tan tierno y apacible, Duerme en la paz celestial”.
En medio de todas estas noticias inquietantes permanece la esperanza y la alegría que tenemos en nuestros corazones este Adviento mientras esperamos el nacimiento de Nuestro Señor. Pero, a menudo, cuando las noticias son malas, nuestra fe puede ser probada.
Sin embargo, esta temporada es una magnífica oportunidad para fortalecer y profundizar nuestra fe y dar esperanza a nuestro prójimo.
En estos últimos días de Adviento, debemos abrir nuestro corazón a la realidad de que Dios está presente con nosotros en nuestras alegrías, tristezas y desafíos.
Y el día de Navidad, acoged al Niño Jesús, que llega entre nosotros tan vulnerable: un bebé nacido en la indigencia y la pobreza. En ese día, por intercesión de María, nuestra Madre, alabemos y glorifiquemos a Dios por todo lo que Dios hará a través de cada uno de nosotros y entre nosotros.
¡Feliz Navidad!