Richard A. Sokerka
In esta edición de The Beacon, saludamos a la Clase de 2017 en una sección especial de 16 páginas.
A estas alturas, las cabezas de los graduados están llenas de las sabias palabras que sus compañeros de clase, maestros y oradores de graduación han compartido con ellos. Todo lo que se puede decir se ha dicho, o eso parece.
Entonces, nuestro mensaje para la Clase de 2017 consta de solo tres palabras. "¡No rendirse nunca!"
Este simple consejo proviene de Sir Winston Churchill, el estadista británico, que deseaba que sus compatriotas se enfrentaran a la maquinaria de guerra nazi durante la Segunda Guerra Mundial, cuando parecía perdida toda esperanza.
A pesar de lo gran líder que fue Churchill, es un hecho poco conocido que le tomó tres años terminar el octavo grado porque, créalo o no, tenía problemas con una materia: inglés, de todas las cosas.
Después del ascenso de Churchill a la prominencia a los ojos del mundo, la prestigiosa Universidad de Oxford le pidió que fuera su orador de graduación. En ese día de graduación, miró a la clase reunida frente a él y con su voz grave dijo: "¡Nunca te rindas!" Pasaron unos segundos, se apasionó más y nuevamente dijo: “¡Nunca te rindas!”. Luego dejó la plataforma del orador y se sentó.
Es probable que su discurso pase a la historia como el discurso de graduación más corto jamás pronunciado, pero estamos seguros de que los graduados lo recordarán todos los días por el resto de sus vidas.
Todos los miembros de la Clase de 2017 deben recordar las palabras de Churchill: "¡Nunca te rindas!" También necesitan recordar que como estudiantes que han recibido su educación en escuelas católicas, han aprendido que nuestro amoroso Dios siempre está con ellos. Al nunca darse por vencidos en su vida de fe, también es la forma en que la Clase de 2017 podrá seguir los pasos del ejemplo que Jesucristo nos dejó a medida que avanzan por el mundo. Cada día, que su confianza en el Señor y su amor permanezcan firmes, dándoles el coraje y la voluntad de tomar riesgos en el nombre de Cristo para difundir el mensaje del Evangelio dondequiera que se encuentren.
Felicitaciones, graduados. "¡No rendirse nunca!"