Richard A. Sokerka
TLa Marcha por la Vida de este año, el 27 de enero, se revitalizó como nunca antes, gracias a la mayor multitud en la historia reciente, con más de 500,00 personas, y en parte, a la nueva administración de nuestra nación. Ese apoyo condujo a más cobertura nacional que nunca por parte de los medios seculares, que siempre le han dado la espalda colectiva a la Marcha como si nunca hubiera sucedido en los últimos 44 años.
Pero los tiempos han cambiado en un santiamén porque la nueva administración considera la vida y la dignidad del niño por nacer como el tema más apremiante de la justicia social en los Estados Unidos. El vicepresidente Mike Pence lo atestiguó cuando se dirigió a la multitud en la Marcha por la Vida.
En solo la primera semana de la nueva administración, ya ha habido dos victorias importantes para el movimiento pro-vida. El lunes pasado, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que restablece la Política de la Ciudad de México, que establece que las organizaciones no gubernamentales extranjeras no pueden recibir financiamiento federal si realizan o promueven abortos como parte de la planificación familiar.
Y el martes pasado, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó su primer gran proyecto de ley pro-vida del nuevo año para solidificar en la ley la política actual de no financiar abortos por parte del gobierno federal. La financiación federal para el aborto está en gran medida prohibida por la Enmienda Hyde de 40 años, que lleva el nombre de su patrocinador original, el representante Henry Hyde, republicano por Illinois. Sin embargo, esa enmienda tiene que ser aprobada por el Congreso todos los años como una “cláusula adicional” a los proyectos de ley de asignaciones, aclarando que los dólares de los contribuyentes no se pueden usar para abortos. La Ley de No Financiamiento de los Contribuyentes para el Aborto, patrocinada por el Representante Chris Smith (RN.J.), solidificaría la política en la ley para que no necesite ser aprobada nuevamente anualmente por el Congreso. También ampliaría las protecciones contra el financiamiento del aborto por parte de los contribuyentes a otras áreas, como los planes de salud para empleados federales y la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, asegurando que ningún subsidio federal financie la cobertura del aborto en los planes de salud.
El tema de la Marcha por la Vida de este año fue “El poder de uno”, simbolizado por una pequeña vela que disipa la oscuridad. Todos los que asistieron a la Marcha fueron empoderados por oradores con el mensaje de que los esfuerzos de cada persona por la causa pro-vida marcan la diferencia y que la nueva administración ahora los respalda y trabajará incansablemente para aprobar legislación pro-vida como una voz unificada para proteger los sin voz en el útero.