Richard A. Sokerka
BCombatir la propagación del virus Zika, que se transmite a los humanos a través de las picaduras de mosquitos, se ha convertido en la prioridad número uno para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Una de las principales preocupaciones de los CDC con respecto al virus Zika es que puede transmitirse de una mujer embarazada a su hijo en el útero, y la infección durante el embarazo tiene la posibilidad de causar microcefalia, un defecto cerebral grave.
Las advertencias alarmantes de que las mujeres infectadas con Zika durante el embarazo podrían tener un hijo con defectos de nacimiento han generado un apoyo creciente para que esas mujeres consideren abortar.
En declaraciones recientes, Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, calificó el brote de Zika en América Latina como “una oportunidad para la igualdad de derechos” y afirmó que en casos de mujeres embarazadas infectadas, “la interrupción legal del embarazo sería justificable” basado en “el riesgo para la vida de la madre desde la perspectiva de su dignidad, las condiciones materiales de su vida y existencia, pero sobre todo, su capacidad de tomar decisiones autónomas sobre su vida y salud y el futuro de su descendencia .”
Pero en un informe de la Agencia Católica de Noticias, varios líderes latinoamericanos provida criticaron la declaración y dijeron que impulsar el aborto demuestra la “mentalidad eugenésica” de la OEA.
Marcos León, vicepresidente de la Generación Pro-Vida de Paraguay, calificó de “total vergüenza” que la OEA promueva “la cultura del aborto”.
“Es intolerable que ante un problema como el zika, cuya verdadera solución se encuentra en las políticas de prevención y eliminación del mosquito vector a partir de la educación y sensibilización de la ciudadanía, se vuelva a plantear como 'solución' la eliminación voluntaria del ser humano. o paliación' de los males que produce esta enfermedad”, dijo.
Según el padre Frank Pavone, director nacional de Sacerdotes por la Vida, “El virus del Zika es motivo de preocupación y hacemos un llamado a los gobiernos y profesionales médicos para que continúen desarrollando tratamientos e intervenciones apropiados. Pero de ninguna manera esto justifica el recurso al aborto. El niño en el útero también es un paciente, y matar al propio paciente nunca es una respuesta apropiada”.
En una crisis de salud pública como esta, los que no tienen voz en el útero necesitan nuestra voz para protegerlos.