Dios, que es Amor, conmueve nuestros corazones y nos atrae hacia Él. Este anhelo de vivir una vida de amor y propósito más profundos encuentra gradualmente expresión concreta a través de nuestra vocación personal a la santidad.
“Pregunta siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu vida y en cada decisión que debas tomar…”
Gaudete y exultate, 23
"El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano."
Familiaris Consorto, N. 11
"Cada vocación específica nace de la iniciativa
de Dios; ¡Es un don del Amor de Dios!"
Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2012